jueves, 9 de agosto de 2012
جدایی نادر از سیمین
Título: A Separation (Internacional) Nader y Simin, una separación (2011)
Dirección
Asghar Farhadi
Producción
Asghar Farhadi
Guion
Asghar Farhadi
Música
Sattar Oraki
Sonido
Mohammad Reza Delpak (mezclador de sonido)
Reza Narimizadeh (editor)Mahmoud Samakbashi (Sonido)
Fotografía
Mahmoud Kalari
Montaje
Hayedeh Safiyari
Protagonistas
Leila Hatami
Peyman Moaadi
Shahab Hosseini
Sareh Bayat
Sarina Farhadi
Trama
Nader y Simin —Peyman Moadi y Leila Hatami— han estado casados durante catorce años y viven con su hija de once años llamada Termeh y el padre de Nader —Sarina Farhadi y Ali-Asghar Shahbazi—, formando una familia urbana de clase media alta en Teherán. Simin quiere abandonar el país con su esposo e hija, debido a que no quiere que Termeh crezca bajo las condiciones prevalecientes en el país. Este deseo no es compartido por Nader, quien se encuentra preocupado de su anciano padre que sufre la enfermedad de Alzheimer. Cuando Nader decide firmemente quedarse en Irán, Simin inicia los trámites de divorcio.
La cinta inicia con los protagonistas ante un juez de familia, quien luego de escucharlos, considera que los problemas de ambos no son lo suficientemente graves como para justificar el divorcio y rechaza la petición de Simin; así, ella abandona a su marido e hija, y regresa con sus padres. Con la recomendación de su esposa, Nader contrata a Razieh —Sareh Bayat—, una mujer joven, embarazada y profundamente religiosa proveniente de un barrio pobre, para cuidar a su padre mientras él trabaja en un banco. Razieh ha decidido trabajar sin consultarle a su temperamental marido Houjat —Shahab Hosseini—, cuya aprobación —según la tradición— habría sido necesaria, a pesar de que su familia depende económicamente de este trabajo, dado que su esposo se encuentra cesante y muy endeudado.
Razieh decide ir a trabajar con su hija, y mientras realiza las labores que le competen, pronto se siente abrumada con el cuidado del padre de Nader, quien sufre de incontinencia urinaria —patología no mencionada por Nader, quien de hecho tampoco lo sabía—, por lo que decide llamar a una línea telefónica religiosa con el fin de preguntar si sería un pecado o no que ella lo limpiase. Con la seguridad de que sería aceptable, continúa realizando dicha labor, pero luego piensa que debería ser su marido quien llevara a cabo dicho trabajo, sin revelar que ella ya lo había realizado inicialmente. En consecuencia, Nader termina entrevistando y contratando a Houjat, pero el día en que debe comenzar es encarcelado por sus acreedores, por lo que Razieh vuelve a trabajar para Nader.
Mientras Razieh hace la limpieza, el anciano se escapa de la casa. Razieh corre a buscarlo, y lo divisa al otro lado de una carretera muy transitada, mirando con atención los periódicos de un quiosco.
Al día siguiente, Nader y Termeh regresan temprano a casa no encontrando a nadie. Al ingresar, Termeh descubre que su abuelo se encuentra inconsciente en el piso de su dormitorio con uno de sus brazos atado a la cama. Cuando regresa Razieh, sobreviene una discusión entre ella y Nader, y él la echa de la casa, acusándola de haberse apropiado indebidamente de dinero guardado en su habitación —realmente había sido Simin quien, a espaldas de Nader, había extraído el dinero para pagar unas cuentas—. Razieh retorna instantes después alegando inocencia, y solicita que se le pague por el día de trabajo. Indignado, Nader expulsa a Razieh del departamento. Ella cae por la escalera, y luego se apresura a salir del edificio. La hermana de Houjat llama más tarde a Simin para informarle que Razieh está en el hospital, descubriéndose que había sufrido un aborto involuntario. Se le asigna entonces un tribunal para investigar y determinar la causa del aborto y la responsabilidad potencial de Nader: si se demuestra que él tenía conocimiento del embarazo de Razieh y el aborto había sido causado por sus acciones, podría ser condenado a una pena de entre uno a tres años. Gran parte de la película gira en torno a este tema.
Nader acusa a Razieh de descuidar a su padre. Un agresivo Houjat se enfrenta físicamente a Nader en varias ocasiones, amenazándolo tanto a él como a su familia y a una profesora de Termeh, quien testificó a favor de Nader. Cuando Houjat es expulsado de la sala del juez y mandado a encarcelar —después de exaltarse durante una de las declaraciones de Nader—, Razieh revela que él está profundamente deprimido y que tiene pensamientos auto-destructivos, por lo que está tomando antidepresivos.
Más adelante, Nader averigua con la pequeña hija de Razieh que la razón por la que su madre estuvo ausente el día en que él llegó a casa temprano fue porque había ido con ella a ver a un médico, algo que Razieh no había querido revelar antes. Ello, combinado con el temperamento explosivo de Houjat, hace que Nader se pregunte si quizás aquel abusaba físicamente de Razieh, y si ello es la causa de su aborto involuntario.
Termeh protege a su padre con una declaración falsa y Simin intenta llegar a un acuerdo financiero con Razieh y Houjat, para compensarlos por la pérdida de su hijo. Nader inicialmente está indignado con la propuesta de Simin, toda vez que dicha acción significaría admitir una vergonzosa culpa. Aquí, la moral de todos los personajes entra en tela de juicio, ya que se pone de manifiesto que Nader, efectivamente, mentía sobre el desconocimiento del embarazo Razieh y que ella tiene serias dudas sobre si las acciones de Nader fueron las detonantes del aborto. En una escena posterior, la película muestra a Razieh confesándole a Simin que después de ver al suegro de ella en el quiosco, fue atropellada por un automóvil en un intento por protegerlo, y que esa misma noche había comenzado a experimentar un gran dolor, lo que probablemente fue el inicio del aborto.
Finalmente, todos —incluyendo los acreedores— se reúnen en la casa de Razieh y Houjat para consumar el pago. Nader, quien aún se encuentra cauteloso respecto a la verdadera causa del aborto de Razieh —pero no está claro si sabe realmente que ella fue atropellada—, escribe los cheques y astutamente menciona que se los entregará con la condición de que Razieh jure sobre el Corán que sus acciones fueron la causa de su aborto. A pesar de las exhortaciones desesperadas de Houjat, ella no se atreve a hacerlo pues lo considera un pecado. Totalmente abatido, Houjat se quiebra, se golpea con violencia a sí mismo y abandona la casa furioso —el dinero no se paga—.
De nuevo en el tribunal de familia, todos se encuentran vestidos de negro, lo que en la cultura persa significa que ha ocurrido un fallecimiento en la familia. La separación de Nader y Simin se vuelve permanente y se le pide a Termeh que decida si quiere vivir con su madre o su padre. Ella, con lágrimas en los ojos, dice que ha tomado una decisión pero solicita al juez que le pida a sus padres que esperen fuera de la sala antes de revelarla. En la última escena la pareja aparece esperando en silencio y por separado en el pasillo, lo que da fin a la película sin que el espectador conozca la decisión de Termeh.
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